RRC/México: Las expectativas de crecimiento económico para México en 2025 varían según diferentes instituciones y analistas, pero en general reflejan un panorama de desaceleración económica. A continuación, les presento las proyecciones más relevantes basadas en información reciente:
- Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP): Estima un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) entre 1.5% y 2.3% para 2025, una revisión a la baja desde su pronóstico anterior de 2% a 3%. Esta estimación se considera optimista frente a otras proyecciones y está influenciada por factores como la incertidumbre en la política comercial de Estados Unidos, la debilidad en la inversión y el consumo privado.
- Banco de México (Banxico): Proyecta un crecimiento de 0.6%, una reducción significativa desde su estimación anterior de 1.2%. Este ajuste refleja preocupaciones por la incertidumbre derivada de posibles aranceles impuestos por Estados Unidos, un menor dinamismo en la economía estadounidense, volatilidad en los mercados financieros y una reducción del gasto público.
- Fondo Monetario Internacional (FMI): Ajustó su pronóstico a 1.4% para 2025, una leve mejora desde el 1.3% estimado previamente, pero aún por debajo de las proyecciones gubernamentales. El FMI destaca riesgos como un menor crecimiento en EE.UU. y reformas institucionales en México que podrían afectar la inversión.
- Banco Mundial: Anticipa un crecimiento de 1.5%, también revisado a la baja desde 1.7%. Esta proyección refleja una desaceleración continua, influenciada por restricciones comerciales y menor dinamismo económico regional.
- Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE): Estima un crecimiento de 1.2%, en línea con otras proyecciones conservadoras.
- Consenso de analistas privados (Citibanamex): Prevé un crecimiento de 0.81%, una de las estimaciones más bajas, con revisiones consecutivas a la baja debido a la incertidumbre comercial y económica.
- Otras fuentes: Moody’s Analytics proyecta un crecimiento de 0.6%, citando una disminución en las exportaciones y menor dinamismo en EE.UU., junto con una mayor depreciación del peso y presiones inflacionarias. Deloitte espera un crecimiento de 1.0%, destacando limitaciones en el frente del crecimiento económico y volatilidad en el tipo de cambio.
Factores clave que afectan las proyecciones:
- Política comercial de EE.UU.: La posible imposición de aranceles por parte de la administración de Donald Trump, especialmente tras su reelección, genera incertidumbre significativa. Aranceles del 25% podrían llevar a un crecimiento negativo.
- Desaceleración en EE.UU.: Como principal socio comercial de México, un menor crecimiento en EE.UU. (proyectado en 1.9% por el FMI para 2025) impactaría las exportaciones mexicanas.
- Inversión y consumo privado: La inversión fija bruta ha mostrado caídas, especialmente en el sector de la construcción no residencial (-16.3% en octubre de 2024), y el consumo privado crece a tasas menores.
- Política monetaria: El Banco de México ha reducido la tasa de interés a 10% y se espera que continúe con recortes graduales hasta alcanzar 7.5% o 8.5% a finales de 2025, lo que podría mitigar parcialmente la desaceleración.
- Reformas internas: Las reformas constitucionales, como la judicial, y la incertidumbre jurídica afectan la confianza empresarial y la inversión extranjera directa.
- Inflación y tipo de cambio: La inflación se espera en torno al 3.3% a 4% en 2025, con un tipo de cambio estimado entre 20 y 20.1 pesos por dólar, lo que podría presionar los precios al consumidor.
Perspectiva general:
La mayoría de las proyecciones coinciden en una desaceleración económica para México en 2025, con un crecimiento promedio estimado entre 0.6% y 1.5%, significativamente por debajo de las expectativas del gobierno (1.5% a 2.3%). La incertidumbre derivada de la relación comercial con EE.UU., la debilidad en la inversión y el consumo, y los desafíos internos como la informalidad laboral (54.3%) y el déficit fiscal son factores que limitan el dinamismo económico. Sin embargo, sectores como el automotriz, el turismo y las telecomunicaciones, junto con el nearshoring, podrían ofrecer oportunidades si se manejan adecuadamente.
